La tutoría es un instancia de aporte a los alumnos uno a uno en
los diferentes planos de su vida a través del trato personal, que implica
considerar a cada uno de ellos como persona. Los seres humanos necesitamos
apoyos y exigencias diferentes, estímulos diferentes, una “educación a la
medida” para crecer como persona. Los alumnos no son solo individuos que
esperan recibir de los otros, sino seres capaces de dar y de darse a los demás,
es por esto, que siempre hay algo que se puede esperar de ellos y habrá que
darles la oportunidad para que esto surja. La labor de los Tutores es facilitar
la conciencia de grupo y posibilitar el surgimiento de objetivos y normas
comunes en pos de una mayor integración grupal.
El Tutor sabe que la responsabilidad principal es de los padres y
que la influencia más decisiva en la mejora personal de los alumnos es la de su
familia. Por eso, detrás de cada alumno ve una familia que hay que conocer, con
la que hay que contar e informar a los padres sobre la actividad docente que se
desarrolla en la escuela e implicarlos en el proceso de enseñanza-aprendizaje
de sus hijos, sobre todo en el ámbito de la orientación y apoyo al aprendizaje.
La Tutoría es un espacio necesario para acompañar y orientar a los
alumnos respecto de sus propios aprendizajes en las distintas áreas de
conocimiento, a fin de mejorar el rendimiento escolar, contribuyendo así a la
retención de los mismos y a la culminación satisfactoria de sus estudios.
También permite que los estudiantes analicen alternativas, tomen decisiones y
se responsabilicen de sus consecuencias.
La Tutoría es ayuda orientadora, no
significa resolverles sus problemas, sino ponerlos en mejor situación para que
hagan algo por sí mismos, en su vocación, en la concreción de sus proyectos y
en conseguir niveles crecientes de autonomía que les permitan ejercer su
libertad con responsabilidad para que afronten de modo personal los problemas
de su vida. El buen Tutor sabe escuchar al alumno, pero no decide por ellos.
Tutorizar es preparar para la vida; esto se logra enseñando a
pensar, a educar la voluntad, a enseñar a querer, a trabajar, a convivir, a
acompañar a cada alumno a descubrir el sentido de la vida.